Este fin de semana, 3 y 4 de octubre, el pabellón cubierto del recinto ferial de Barbastro se convierte en un salón de antigüedades, en la decimotercera edición de El Desván, certamen con el que el Ayuntamiento de Barbastro recupera la actividad ferial. El alcalde de Barbastro, Fernando Torres, y la concejal de Desarrollo, Belinda Pallás, han presentado el programa de la feria de desembalaje de antigüedades, cuya celebración estaba prevista inicialmente para el pasado mes de abril, pero que se ha pospuesto para este fin de semana por la pandemia de la COVID-19.
Organizado por el Área de Desarrollo del Ayuntamiento de Barbastro, El Desván abrirá sus puertas este fin de semana, en concreto el sábado 3 de octubre, de 16 a 20.30 horas y el domingo 4 de 10 a 14 y de 16 a 20 horas, al público y aficionados al coleccionismo.
Referente en el sector de las antigüedades en la zona norte de la Península, El Desván reunirá a 31 anticuarios. La mayoría procede de la provincia de Huesca, un total de 10. Les siguen los llegados de Barcelona (8), Zaragoza y La Rioja (2), a los que se unen los de Lérida, Navarra, Tarragona y Castellón, así como tres anticuarios llegados desde Francia. Un año más, la feria mantiene el reconocimiento de Certamen Internacional del Ministerio de Economía y Competitividad, dado el alto porcentaje de anticuarios internacionales que participan cada año.
En esta ocasión, y dada la situación sanitaria, para la celebración de El Desván se ha establecido un protocolo de medias higiénico-sanitarias, para que la presencia tanto de expositores como de los visitantes sea segura. El aforo en el recinto estará limitado a un 75%, lo que supone la presencia de 475 personas que deberán acceder con mascarilla y previo uso del gel hidroalcohólico. Se ha ampliado la distancia entre los expositores y se han establecido pasillos de una sola dirección, para controlar la circulación dentro del pabellón. Además, se ha informado a los expositores de las medidas que deben adoptar a la hora de mostrar sus productos.